CIENCIA HINDÚ YOGI DE LA RESPIRACIÓN
Por: Yogi Ramacharaka (William Walker Atkinson)
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CAPÍTULO IX
EFECTOS FISIOLÓGICOS DE LA RESPIRACIÓN COMPLETA
Difícilmente se podrá hablar demasiado de las ventajas que resultan de la práctica de la respiración completa; sin embargo, el estudiante que haya leído con atención las páginas precedentes, apenas puede tener necesidad de que se le señalen tales ventajas.
La práctica de la respiración completa hará - a cualquier persona - inmune a la consunción y otras afecciones pulmonares, y alejará hasta la posibilidad de contraer resfríos, bronquitis, etc. La consunción, es debida- principalmente- a una disminución de la vitalidad, que puede ser atribuida a la inhalación insuficiente de aire. La disminución de vitalidad deja al organismo sin defensa contra los ataques de los gérmenes de la enfermedad. El respirar incompleto, permite a una parte considerable de los pulmones permanecer inactiva, la que ofrece así un terreno preparado a los bacilos, que pronto lo invaden y producen estragos.
Un tejido pulmonar bueno y sano resistirá a los gérmenes, y la única manera de tener aquél en tales condiciones es utilizar debidamente los pulmones.
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Los tísicos tienen por lo común el pecho estrecho. ¿Qué significa esto? Simplemente, que han empleado hábitos impropios de respirar, y, en consecuencia, su pecho no ha podido desarrollarse y ensancharse. El hombre que practique la respiración completa tendrá un pecho amplio y bien desarrollado; el de pecho estrecho podrá hacerle adquirir las proporciones normales con sólo adoptar este método de respirar. Este último debe ampliar su cavidad torácica si aprecia su vida.
Los resfríos, pueden evitarse muchas veces cuando se está expuesto a contraerlos, ejecutando vigorosamente unas cuantas respiraciones completas. Cuando se siente frío, basta respirar con vigor algunos minutos para que el cuerpo entre en calor. Muchos resfríos pueden curarse por la respiración completa y la abstención parcial de alimentos durante un día.
La calidad de la sangre depende en gran parte de su debida oxigenación en los pulmones; y, si esta oxigenación es incompleta, la sangre se empobrece, se carga de toda clase de impurezas; el sistema, sufre por falta de nutrición y se envenena a causa de los productos de desperdicios no eliminados. Como todo el cuerpo, cada órgano y cada parte depende de la sangre para su nutrición, es evidente que una sangre impura producirá un efecto perjudicial sobre el sistema entero. El remedio es sencillo: practíquese la respiración completa yoghi.
El estómago y otros órganos de nutrición, sufren mucho con la respiración imperfecta. No solamente se nutren mal a causa de la falta de oxígeno, sino que, como el alimento debe absorber oxígeno de la sangre antes de poderse digerir y asimilar, es fácil ver cómo la digestión y la asimilación sufren por una defectuosa respiración. Y cuando la asimilación no es normal, el sistema recibe cada vez menos nutrición; el apetito se pierde, el vigor corporal decrece, la fuerza disminuye y el hombre declina y se marchita; todo por la respiración defectuosa.
El mismo sistema nervioso sufre con la respiración incompleta, y, por lo tanto, el cerebro, médula espinal, centros nerviosos y aun los nervios, se tornan pobres e insuficientes instrumentos para generar, almacenar y transmitir las corrientes nerviosas cuando no son suficientemente nutridos por la sangre. Existe otro aspecto del asunto, y es que las mismas corrientes nerviosas, o más bien la fuerza que de ellas emana, disminuye por falta de una respiración correcta; pero esto pertenece a otra faz de la cuestión, que trataremos en otros capítulos de este libro, concretándonos por ahora a dirigir la atención del lector, sobre el hecho de que el mecanismo nervioso se hace un instrumento ineficaz para transmitir la fuerza nerviosa, como resultado indirecto de la falta de una propia respiración.
El efecto de los órganos de reproducción sobre la salud general, es demasiado conocido para que nos veamos obligados a tratarlo con extensión; pero se nos puede permitir decir, que si los órganos reproductores están debilitados, el sistema entero siente la acción refleja y sufre consecuentemente. La respiración completa produce un ritmo que obedece a un plan de la Naturaleza para conservar esta parte importante del sistema en condición normal; y, desde luego, se notará que las funciones de reproducción se fortalecen y vitalizan así, por acción simpática y refleja, tonificando todo el sistema. Con lo dicho no queremos decir que deban despertarse los instintos sexuales inferiores; lejos de esto. Los yoghis aconsejan la continencia y castidad, y han aprendido a controlar las pasiones animales. Pero control sexual no significa debilidad sexual, y las enseñanzas yoghis dicen que el hombre o mujer cuyo organismo reproductor es normal y sano, tendrá más fuerza de voluntad para controlarse a sí mismo.
El yoghi cree que mucha de la perversión de esta admirable parte del sistema, proviene - mayormente - de una falta de salud normal, y que es más bien el resultado de estados mórbidos (débiles) que de las condiciones normales de esos órganos. Un examen un poco cuidadoso del asunto demostrará que las enseñanzas yoghis son exactas. Este no es el momento oportuno para considerar el asunto detenidamente, y nos limitaremos a decir, que los yoghis conocen que la energía sexual puede conservarla y utilizarla el hombre en el desarrollo de su cuerpo y de su mente, en lugar de disiparla imprudentemente en excesos, como lo hacen muchos, por ignorancia. Por pedido especial, daremos en este libro, un ejercicio favorito yoghi a este propósito. Pero sea que el estudiante desee o no adoptar las teorías yoghis de continencia y castidad, encontrará que la respiración completa hará más para restaurar la salud de esta parte del sistema, que cualquier otro método que pueda haber ensayado.
Entiéndase bien: queremos decir normal, y no, desarrollo indebido. El sensualista encontrará, que normal significa una disminución de deseo, más bien que un aumento, mientras que, el hombre o mujer debilitado, encontrará alivio y tónico a la depresión que hasta entonces hubiese experimentado.
Deseamos no ser mal comprendidos ni mal citados sobre este asunto. El ideal del yoghi es un cuerpo fuerte en todas sus partes, bajo el control de una poderosa voluntad, animada de altas aspiraciones.
En la práctica de la respiración completa, el diafragma, se contrae durante la inhalación y ejerce una leve presión sobre el hígado, estómago y otros órganos que, en combinación con el ritmo de los pulmones, actúa como suave masaje de estos órganos, estimula su acción y funcionamiento normal. Cada inhalación colabora en este ejercicio interno y asiste a la producción de una circulación normal en los órganos de nutrición y eliminación. En la respiración alta y media, los órganos pierden el beneficio resultante de este masaje interno.
El mundo occidental está prestando mucha atención a la cultura física en estos momentos, lo que es muy conveniente. Pero en su entusiasmo no debe olvidar que el ejercicio de los músculos externos no es todo. Los órganos internos necesitan también ejercicio, y el plan de la Naturaleza para este fin es la respiración normal, y el diafragma su principal instrumento. Su movimiento hace vibrar los importantes órganos de la nutrición y eliminación, que, dándoles masajes y manipulándolos a cada inhalación y exhalación precipita la sangre en ellos, para luego exprimirla, tonificando el organismo en general. Todo órgano o parte del cuerpo que no se ejercite, se atrofia gradualmente y deja de funcionar como es debido.
La falta de ejercicio interno producido por la acción diafragmática, conduce a la enfermedad de los órganos. La respiración completa determina, a la vez, el movimiento propio del diafragma, y ejercita la parte media y superior del pecho. Es en verdad completa en su acción. Bajo el punto de vista de la fisiología occidental sin tener en cuenta la ciencia y filosofía orientales, el sistema yoghi de la respiración completa es de importancia vital para todo hombre, mujer, o niño, que quiere adquirir salud y conservarla. Su simplicidad misma impide a miles de personas el examinarla seriamente, mientras que gastan fortunas en busca de salud por medio de sistemas complicados y costosos.
La salud golpea a sus puertas y ellos no contestan. Verdaderamente, la piedra que los constructores rechazan es la angular del Templo de la Salud.
CAPÍTULO X
ALGUNOS FRAGMENTOS DE LAS ENSEÑANZAS YOGHIS
Vamos a dar tres formas de respiración, muy usuales entre los yoghis. La primera es la bien conocida respiración purificadora yoghi, a la que se le atribuye particularmente la gran resistencia pulmonar poseída por los yoghis. Habitualmente terminan cada ejercicio de respiración con esta respiración purificadora, y nosotros hemos seguido el mismo plan en este libro. Damos también el ejercicio vitalizador de los nervios, que ha sido transmitido durante edades entre los yoghis, ejercicio que no ha sido nunca perfeccionado por los maestros occidentales de cultura física, aún cuando algunos de ellos lo hayan tomado prestado de maestros de Yoga. Terminamos el capítulo con la respiración vocal, a la cual se debe en gran parte la voz melodiosa, vibrante y hermosa de los yoghis orientales.
Estamos convencidos que aun cuando este libro no contuviese nada más que estos tres ejercicios, sería, sin embargo de un valor incalculable para el estudiante occidental. Aceptadlos como un don de vuestros hermanos de oriente y ponedlos en práctica.
Respiración purificadora yoghi
Los yoghis tienen una forma favorita de respirar, que practican cuando siente la necesidad de ventilar y limpiar los pulmones. Terminan muchos de sus otros ejercicios respiratorios con esta respiración, y, como hemos dicho, nosotros seguimos la misma práctica en este libro. Esta respiración purificadora, ventila y limpia los pulmones, estimula las células, tonifica los órganos respiratorios y contribuye a mantener un buen estado general de salud, refrescando además el sistema entero. Oradores, cantores, etcétera, encontrarán esta respiración de gran valor para descanso de los órganos respiratorios fatigados.
- 1) Inhalar una respiración completa.
- 2) Retener el aire unos pocos segundos.
- 3) Poner los labios en actitud de silgar (pero sin hinchar las mejillas) y exhalar con vigor considerable, un poco de aire a través de la abertura formada por aquellos. Retener un momento el aire aún almacenado, y luego, exhalarlo en pequeñas porciones hasta que se exhale completamente. Debe recordarse que, al exhalar el aire, tiene que emplearse un vigor considerable
Se notará que esta respiración es muy reparadora cuando se está cansado o abrumado por la fatiga, y un ensayo convencerá al estudiante de su eficacia. Como este ejercicio se verifica al terminar muchos otros de los que damos en esta obra, debería ser perfectamente comprendido y practicado hasta poderlo realizar fácilmente y con naturalidad.
Respiración yoghi vitalizadora de los nervios
Este ejercicio es muy apreciado por los yoghis y lo considera, de los conocidos del hombre, como uno de los que más poderosamente estimulan y vigorizan los nervios. Su objeto es tonificar el sistema nervioso, desarrollar su fuerza, energía y vitalidad. Este ejercicio ejerce una acción estimuladora sobre centros nerviosos importantes, los cuales a su vez influencian y dan energía al sistema nervioso entero, y envían mayor fuerza de flujo nervioso a todas partes del cuerpo.
- 1) De pie y con el cuerpo erguido.
- 2) Inhalar una respiración completa y retenerla.
- 3) Extender los brazos hacia adelante, algo flojos, con sólo la fuerza necesaria para mantenerlos en tal posición.
- 4) Atraer las manos lentamente hasta los hombros, contrayendo gradualmente los músculos y comunicándoles fuerza, de manera que cuando los puños lleguen a los hombros, estén fuertemente cerrados como para producir un movimiento de trepidación.
- 5) Conservando los músculos rígidos, volver los puños lentamente a la posición anterior y manteniendo el estado de tensión atráiganse rápidamente, repitiendo los movimientos varias veces.
- 6) Exhalar vigorosamente por la boca.
- 7) Practicar la respiración purificadora.
La eficacia de este ejercicio depende principalmente de la rapidez en retirar los puños, tensión de los músculos y, naturalmente, de que la inhalación sea completa. Es necesario ensayar este ejercicio para poderlo apreciar. Es un vigorizador sin igual.
Respiración vocal yoghi
Los yoghis emplean una forma de respiración para el desarrollo de la voz. Se distinguen por su voz admirable, fuerte, suave clara, y de gran poder.
Han practicado esta forma particular de ejercicio respiratorio y obtenido como resultado hacer su voz suave, magnífica y flexible, comunicándole su indescriptible cualidad flotante y de gran poder. El ejercicio que sigue dará con el tiempo las propiedades que acabamos de mencionar, o la voz yoghi al estudiante que lo practique con perseverancia. Se comprende, naturalmente, que esta forma de respiración debe emplearse sólo como un ejercicio ocasional y no como forma regular de respirar.
- 1) Inhalar una respiración completa muy lenta y continuamente por las fosas nasales, haciendo durar la inhalación el mayor tiempo posible.
- 2) Retener la inhalación unos pocos segundos.
- 3) Expeler el aire vigorosamente en un soplo, a través de la boca abierta.
- 4) Dar descanso a los pulmones por medio de la respiración purificadora.
Sin entrar profundamente en las teorías yoghis acerca de la producción del sonido en el hablar y cantar, diremos: que la experiencia les ha enseñado que el timbre, cualidad y poder de una voz dependen no solo de los órganos vocales de la garganta, sino que también los músculos faciales, etc., tienen mucho que hacer en el asunto. Hay hombres de pecho ancho que no producen sino un pobre sonido, mientras que otros, de pecho comparativamente estrecho, producen tonos de una fuerza y cualidad sorprendentes. He aquí un experimento interesante que merece probarse: colocaos frente a un espejo, con los labios en posición de silbar; silbad y observar la forma de vuestra boca y la expresión general del semblante. Luego cantad o hablad como lo hacéis habitualmente y ved la diferencia. Entonces, volved a silbar por algunos segundos; y sin cambiar la posición de vuestros labios y semblante, cantad unas pocas notas y apreciaréis qué vibrante, sonoro, claro y hermoso tono se produce.